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História Admirable (Bakugou Katsuki x Reader) - Ánimo


Escrita por: Ny_San

Notas do Autor


*palisandro: una mezcla de color marrón y rosa, para Nonoa significa una persona tensa y que está de malhumor.

Capítulo 5 - Ánimo


Fanfic / Fanfiction Admirable (Bakugou Katsuki x Reader) - Ánimo

“Canta, pero no te preocupes porque todo va ir bien.”

Bob Marley


Suspiró pesadamente mientras se apoyaba en el respaldo del banco y se cruzaba de brazos, su paciencia se estaba agotando. Observó todo el parque buscando la silueta de aquella joven, sin éxito.

Nonoa veía su aura que, poco a poco, se estaba oscureciendo, sacó de la bolsa de papel su preciada ensaimada y le dió un mordisco; había aprovechado ese momento de espera para ir a su panadería favorita para comprar unos dulces y una botella de agua. Bakugou la miró de reojo como comía tranquilamente ese dulce que tenía en forma de caracola.

—Ya ha pasado quince minutos, ¿estás segura que dijo que vendría a las cinco?

—Sí.

Resopló frustrado.

—La paciencia no es tu fuerte —dijo ____ con una pequeña sonrisa—, te dije que no hacía falta que vinieras.

—Ni de coña —contestó seriamente.

Su sonrisa se ensanchó por la preocupación de Katsuki, que quería ocultarlo. Además, se sentía cómoda con su compañía.

—Puede que haya perdido el autobús —comentó Nonoa mientras daba otro mordisco al dulce, dejando con la intriga al rubio cenizo—. Me dijo que vive un poco lejos y que caminando tardaría como media hora o más.

—¡¿Media hora!? —Alzó la voz mosqueado— Espera, ¿y tú cómo lo sabes? –preguntó intentando tranquilizarse.

—Estuvimos hablando —respondió tranquilamente—, es muy simpática. Además, ella se va a presentar en la academia UA.

—Genial —dijo sarcásticamente mientras observaba el rostro de la joven, en especial las comisuras de sus labios que estaba manchado por el dulce—. Tsk…, eres un desastre.

Nonoa le miró confundida.

—¿Por qué?

—Porque tienes manchado la boca de crema y, ¿qué es esta cosa blanca? —levantó una ceja mientras pasaba su pulgar por la comisura de los labios, cosa que no le molestó a la (c/p).

—Es azúcar glas —respondió la joven—, es normal en las ensaimadas. ¿Nunca lo has probado?

Katsuki pasó su lengua en el pulgar y dijo:

—No.

Nonoa abrió los ojos perpleja, rápidamente cogió la bolsa de papel, donde contenía su última ensaimada, y se lo entregó al rubio cenizo.

—No quiero —negó, ____ le miraba para se explicara—. Prefiero el picante antes que el dulce.

Nonoa pestañeó mientras asentía.

—Vale —se calló al escuchar un gruñido extraño, una sonrisa traviesa apareció en sus labios. Katsuki estaba callado con las mejillas sonrojadas—. ¿Seguro que no lo quieres? Tu estomago parece que dice lo contrario.

Bakugou la miró con el ceño fruncido mientras quitó la bolsa de papel que tenía en sus manos. Suspiró frustrado y sacó el dulce, que tenía forma de una caracola y estaba cubierta de azúcar glas. Sin más, dió un mordisco.

Empezó a saborearlo, la masa estaba en su punto y se notaba que eran recién hechos, la crema con el azúcar glas era una combinación perfecta que hacía que su paladar pidiera más.

—¿Y bien? —preguntó Nonoa curiosa.

Bakugou chasqueó la lengua y respondió:

—No está nada mal —Nonoa se rió, algo que le molestó a Katsuki—. ¡¿De qué te ríes, enana?!

Ella ignoró los gritos del rubio cenizo y rió más alto. Siguieron así hasta que llegó Hatsume, estaba respirando agitadamente porque estuvo corriendo.

—Siento haber llegado tarde —Se disculpó cuando había recuperado el aliento—, la guagua no llegó a su hora y…

—No pasa nada —dijo Nonoa tranquilizándola mientras le extendía su botella de agua—. Lo importante es que has venido.

«Ha llegado tarde y…, la enana no parece estar molesta» —pensó confundido Bakugou.

—Muchas gracias —agradeció y aceptó el ofrecimiento mientras se sentaba al lado de la joven.

Bakugou miraba con impaciencia a la de cabellos rosados que estaba bebiendo el agua.

—¿Lo has conseguido o no?

—¡Pues claro! —respondió ofendida Mei mientras sacaba de su bolsillo del pantalón una cajita y se lo entregó a Nonoa— Cogí unos auriculares deportivos para que tengas una mayor comodidad —explicó—, el botón que está la derecha es para activar la vibración, para así puedas ver y oír. Y la rueda del volumen es para modificar la vibración como a ti se te antoje.

____ asintió mientras cogía sus viejos audífonos, que estaba posando en su cuello con la música puesta, y miró su contenido. Como dijo Hatsume, era unos auriculares deportivos de color negro, en el lado derecho había un pequeño botón de color rojo. Sin pensarlo dos veces, se quitó los suyos y se colocó los nuevos; respiró profundamente mientras rogaba que funcionara. Encendió el dispositivo y… sus ojos volvieron su color natural y observaba el parque con asombro, no se creía podía ver sin oír alguna música de su MP3.

—¿Y bien?

La joven abrió los ojos ligeramente y miró a Katsuki con su rostro serio, ¿había oído su voz? O, ¿era imaginaciones suyas?

—Enana, ¿funciona o no ese cacharro?

Los orbes (c/o) brillaban de asombro al oír su voz y, a la vez, ver la apariencia del rubio cenizo, una mezcla de emociones positivas invadía en el cuerpo de la joven. En cambio, Mei lo miraba con molestia.

—¡¿Cacharro?! —preguntó enfada— ¡No son cacharros, son mis bebés!

Bakugou la miró incrédulo.

—Y encima está chiflada.

Justo cuando iba a reprochar Hatsume, ____ empezó a reír. El dúo la miró extrañados por su repentina reacción, hasta que Katsuki se dio cuenta que, ella se estaba riendo de alegría.

—¡Funciona! —exclamó con una gran sonrisa y se abalanzó hacia Hatsume para darle un fuerte abrazo mientras la agradecía repetidamente.


*

*

*


Se había ido el verano, los días soleados y las tardes en las playas, piscinas o cualquier actividad; fue sustituida por el frío viento, las hojas rojas o naranjadas de árboles y la hora de volver al trabajo.

Había llegado el otoño, una estación del año que no le gustaba mucho a Nonoa. Pero, pensó que este año podría ser diferente. ____ iba acompañada por Katsuki, estaban caminando para llegar lo antes posible al sitio que tenían que asistir. Había llegado el día más esperado para ellos… Las pruebas de acceso a la UA.

Bakugou miraba de reojo a su compañera, que estaba pensativa y callada durante todo el trayecto. No obstante, recordó que estuvo así desde hace dos días y no le parecía normal en ella; cansado de su silencio, le dió un pequeño golpe en la sien de ____ para que volviera a la realidad.

—¡Ay! ¿A qué viene eso? —preguntó un poco molesta.

—¿Qué pasa, enana? —La joven pestañeo sin comprenderlo, Katsuki prosiguió— Últimamente, estás muy absorta en tus pensamientos… ¿No estarás pensando en abandonar?

—¡Claro que no! —exclamó seriamente— Pienso ir a por todas.

—¿Entonces?

Nonoa suspiró y miraba el suelo.

—Pensaba si…, me evaluarán como los otros participantes o que no lleguen a evaluarme y que me denieguen a la primera —confesó—. No sé si ellos me verán como una joven aspirante o como una incompleta.

La mirada seria de Katsuki se suavizó e inconscientemente colocó su mano derecha en la cabeza de ____ delicadamente.

—No creo que sean tan estúpidos para que no te acepten, y más cuando tienes un buen potencial —dijo Bakugou, la joven le miró sorprendida—. Pero, si lo hacen..., iré a por ellos para explotarles sus culos y mandarlos a un oculista.

Nonoa abrió ligeramente los ojos ante sus extrañas palabras de ánimo, observaba sus ojos rubíes serios y decididos. Sus labios apareció una sonrisa agradecida.

—Mahalo, Katsuki.


*

*

*


Nonoa estiraba sus brazos mientras esperaba al locutor que diera el toque de salida; había salido del examen escrito, que no le había ido mal. Ahora le tocaba la prueba física, aquí los participantes se habían dividido en dos grupos, el grupo A y el grupo B.

Miraba a su alrededor buscando a Katsuki que, desgraciadamente, no lo encontró porque habían demasiada gente a su alrededor. Suspiró apenada ante esto.

«¿Estará en el grupo A?»

—Are you ready?

____ dejó de sacar conclusiones para prestar atención al locutor, Present Mic.

—La prueba empieza en…, three…, two…, one… Go!

Todos empezaron a correr en la gran sala, el objetivo era destruir a los robots para así conseguir puntos, también lo conseguían a base de rescatar o ayudar a otros participantes. Sin embargo, tenían que evitar el robot cero.

Cuando estuvo en una zona apartada, ____ desactivo sus auriculares mientras creaba una esfera aural y lo disparó arriba, cuando llego a una gran altura la esfera violeta explotó. Miraba como su aura estaba expandiendo por toda la gran sala y asentía satisfecha; ella no podía ver a los robots, pero si utilizaba parte de su aura podría verlo.

De repente, oyó unas pisadas metálicas en su lado izquierdo, miró de reojo para ver una gran silueta robusta y que tenía su aura. Una sonrisa ladina apareció en sus labios mientras se acercaba rápidamente para derribarlo. Creó una esfera y la lanzó, consiguiendo que atravesara en el cuerpo metálico del robot y, para su suerte, había derribado a otro que iba de paso.

—¡Anda! Me he llevado el dos por uno —dijo divertida.

Siguió adelante buscando más robots para derribarlos, hasta que oyó un derrumbe de un edificio. Nonoa se acercó rápidamente por si había algún herido, al llegar el lugar del accidente vio un aura palisandro con rayos anaranjados que estaba agachado y que no se movía, cosa que la preocupó. Cuando encendió sus audífonos, descubrió que la persona estaba atrapada en los escombros de un edificio.

—¡Ey! —Llamó en voz alta mientras se acercaba rápidamente— ¿Estás bien?

—¡Sí! —contestó una voz masculina, estaba nervioso— ¡Pero no puedo moverme!

Nonoa respiró a hondo mientras desactivaba sus auriculares.

—¡Tranquilo! ¡Te saco en un momento!

Cogió su bastón y empezó a salir una gran cabeza de un martillo de color violeta. Su bastón de acero había sido mejorado gracias a Mei, podía crear armas blancas con solo utilizar su aura. Giró el martillo con mucha soltura y lo golpeó a los restos de ese edificio. Del martillo salió una onda aural que solo dañó los escombros y no al joven; en unos segundos se hicieron añicos, consiguiendo sacar al chico ileso. El joven se sacudió la ropa, para quitar el polvo, mientras la agradecía:

—Muchas gracias. Pensaba que nadie pasaría por aquí.

—De nada —dijo Nonoa y frunció ligeramente el ceño, estaba preocupada—, ¿estás herido?

—No, estoy perfectamente…

Al alzar su mirada se quedó sin habla, sus ojos grises se ensancharon al ver los ojos blancos de la joven, estaba perplejo. Pasó su mano en su cabello azabache con nerviosismo y mirando al suelo. Nonoa ladeó la cabeza confundida al ver su aura unas pintitas grises.

—¿Por qué estás nervioso? —preguntó la joven.

Levantó rápidamente la vista mientras la miraba atónito. El joven iba a hablar; pero unas pisadas metálicas hizo que se callara, habían diez robots que los habían rodeado y se acercaban hacia ellos. El chico estaba boquiabierto por tal cantidad. Sacudió la cabeza y frunció el ceño, rápidamente se puso delante de ella listo para destruirlos y para protegerla, Nonoa miraba tranquilamente a su alrededor hasta llegar a la figura del joven.

—No necesito que me protejas —dijo con calma Nonoa, el joven la obsevaba por encima de su hombro sorprendido—. Sólo necesito un compañero que me ayude a derribarlos —continuó mientras la cabeza del martillo violeta desaparecía y encogía su bastón— Por cierto, soy Nonoa ____.

Pestañeo confundido por la tranquilidad de la joven, hasta que respondió:

—Awase Yosetsu.

La (c/p) asintió levemente mientras hacía aparecer unas cuchillas afiladas en cada extremo del bastón.

—Muy bien…, yo me encargo los de atrás —explicó ____ dándole las espaldas.

Awase abrió la boca para quejarse pero era demasiado tarde, la joven había salido disparada directa hacia ellos. Miró preocupado a la joven hasta que suspiró rendido ante esta situación y se centró en los robots que estaban delante, sin desaparecer su seriedad se preparó para atacarlos.


*

*

*


Bakugou sólo se centraba en una cosa y era destruir esas máquinas, al igual que el examen escrito, la prueba le parecía “pan comido”. Corría en la gran sala buscando más robots, cuando cruzó por la derecha se detuvo, se había topado con ____. Ella estaba concentrada en eliminarlos, con una gran rapidez atacó a los cinco robots que los habían rodeado, pero no estaba sola. Un joven atacaba a otras cinco máquinas haciendo unir a todos los robots con su quirk, las máquinas intentaron separarse y lo consiguieron; pero al hacerlo perdieron gran parte de los miembros, dejándolos en fuera de combate. Cuando acabó con ellos, Nonoa se acercó y le dió una palmada en su hombro.

—Has estado increíble —alagó. 

Awase la miró estupefacto y sonrojado.

—Tú también, Nonoa —dijo Yosetsu con una sonrisa—. Ha sido un placer trabajar contigo.

La joven parpadeó sorprendida hasta que apareció una gran sonrisa en sus labios.

—Igualmente, Awase. ¡Mucha suerte!

Se despidieron y cada uno siguió por su lado. En cambio, Bakugou no se había movido del lugar.

«¿Quién era ese tipo?»

Chasqueó la lengua con molestia y volvió a centrarse en destruir a las máquinas, quería desconectarse y olvidarlo.


*

*

*


Le quedaba trece minutos y Nonoa creía que lo estaba haciendo bien. Había rescatado a cuatro personas más, los cuales no se dieron cuenta de sus ojos, y había destruido más de una veintena de máquinas. Aun así, quería encontrar más robots para asegurar su puesto de admitidos, caminaba a pasos rápido sin bajar la guardia. 

De repente, escuchó unos golpes metálicos por la izquierda, ____ corrió siguiendo ése ruido; al llegar al lugar encontró a una persona con el aura de color naranja con manchas rojas, que estaba destruyendo a un robot. Observó que una máquina iba tras él y no se daba cuenta, estaba concentrado en el robot caído.

Sin pensarlo, Nonoa corrió para ayudar al joven mientras creaba una katana, dió un gran salto y lo cortó por la mitad. El chico giró para ver lo sucedido y se sorprendió por repentina aparición de la (c/p) que le había protegido de sus espaldas.

—¡Muchas gracias!

La joven activó sus auriculares y volteó para mirarlo detenidamente. Era de estatura media con un cuerpo bastante formado para su edad, su pelo era un rojo llamativo con el pelo hacia arriba, le recordaba a unas púas de un erizo, sus ojos rojos brillaban por la emoción y sonreía amistosamente enseñando sus dientes puntiagudos. La joven sonrió.

—De nada, ¿cómo te va la prueba?

—¡Muy bien! Creo que voy a tener un buen ranking —dijo con entusiasmo— ¿Y tú?

Nonoa se río tiernamente.

—Creo que voy bien —respondió con tranquilidad—. Aunque no sé si estaré entre los mejores.

El pelirrojo amplió su sonrisa.

—¡Seguro que lo estarás! —animó a la joven— Mucha suerte…

—Nonoa ____ —se presentó— Igualmente…

—Kirishima Eijirou —dijo mientras se despedía y se alejaba.

Nonoa siguió su camino tranquilamente, le faltaba cinco minutos para que se acabara, tiempo suficiente para descansar. Sin embargo, su pausa duró poco por los jóvenes  que corrían en dirección opuesta, no sabía de qué huían hasta que vio una máquina descomunal que venía a paso lento… era el robot cero.

____ reaccionó y siguió el ejemplo de los demás, pero le costaba moverse. Quería ir por otro camino para ir más rápido; no obstante había demasiados participantes huyendo, se sentía aprisionada y no le ayuda mucho los empujones que recibía. Cuando pensó que no tenía posibilidades de salir, sintió un agarre en su mano, volteó velozmente alterada por la persona que le cogió la mano, su sorpresa fue mayor al encontrar unos ojos rubíes serios.

—¡No te quedes ahí parada, enana! ¡Vamos! —exclamó Bakugou mientras la jalaba para que la siguiera.

Caminaron a paso rápido intentando escaparse de allí, el agarre del rubio cenizo se volvía fuerte cuando le daban codazos. Por fin salieron de la multitud y empezaron a correr con todas sus fuerzas, Katsuki se detuvo y miró a su alrededor, parecía un lugar seguro y observó por encima de su hombro a la (c/p).

—¿Estás bien, enana?

La joven asintió mientras recuperaba el aliento. La mirada de Bakugou se volvió un poco suave, estaba aliviado; aunque su alivio se esfumó cuando oyó una explosión. Katsuki se alteró un poco y vio a lo lejos un gran humo negro, Nonoa lo miraba asombrada.

—Alguien destruyó el robot cero —susurró ____.

—Tsk…, es un idiota —dijo de pronto Bakugou—. Por esa estupidez ha perdido los puntos que ha obtenido.

Nonoa ladeó, ligeramente, la cabeza.

«Se habrá arriesgado por alguien que estaba en peligro.» —dedujo mentalmente.

—¡Vámonos! Ya se ha acabado —avisó Katsuki mientras se alejaba.

____ suspiró y caminó detrás de Bakugou sin despegar su vista en el humo que se esfumaba, miles de hipótesis aparecía en su mente pero solo habían dos que estaban más encaminadas a esa reacción de aquella persona, porque quería demostrar su capacidades o porque estaba protegiendo a alguien; sin darse cuenta ya había llegado a la salida, pestañeó varias veces y decidió que había divagado lo suficiente.

—¿Te encuentras bien?

La joven se detuvo al oír una voz fémina,  muy reconocida para ella, se giró y se encontró con una anciana de pequeña estatura, llevaba una bata y un bastón en forma de inyector que sonreía dulcemente a la joven. Nonoa sonrió mientras se agachaba para estar a su altura.

—Perfectamente.

—¿Te ha ido bien el examen?

—Creo que sí. Aunque no sé si me darán una oportunidad.

—El Sr. Director tiene una mente muy abierta, seguro que te apoyará —aclaró la anciana.

Bakugou estaba a unos metros de ellas, las miraba seriamente. ¿De qué la conoce? Sus preguntas fueron interrumpidas por la joven que le estaba llamando. Frunció ligeramente sus labios y se acercó.

—¿Qué pasa?

—Katsuki, te presento a mi abuela Shuzenji Chiyo —dijo Nonoa con una sonrisa, el joven la miró perplejo—. Abuela, este es Bakugou Katsuki.

La anciana le observó de los pies a la cabeza, hasta que asintió.

—Un placer conocerte Bakugou, pero aquí me conocen como Recovery Girl, la enfermera de la academia UA —explicó dulcemente, y volvió a mirar a su nieta—. Tengo que atender a unos chicos del grupo A, así que no hace falta que me esperes.

—De acuerdo, nos vemos luego.

—Adiós, cariño —se despidió y se alejó para volver a su oficina.

—Bueno, nos vamos Baku-

Sus palabras se esfumaron al ver a Katsuki con los ojos abiertos y mirando detenidamente a Recovery Girl. Sus ojos rubíes miraban a la joven, que estaba preucupada, mientras señalaba a la anciana y exclamó exaltado:

—¡¿Abuela?!


Notas Finais


En estos momentos me estoy poniendo con el capítulo 5 con los pequeños huecos que tengo libre y cruzando los dedos para ver si los profes no exageren con las tareas. Cuídense, tengan cuidado por el Coronavirus.


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