En el día siguente...
POV. Nairobi
Acordo y me preparo. Voy a la cocina comer algo y encontro Río jugando algo en su móvil y Moscú y Oslo hablando.
Moscú nota que ya me levanté y se acerca de mí.
- Quiero pedir perdón por los chistes de ayer. No soy machista y no quiero que pienses eso de mí. Es solo... Una cosa de hombres, hay siempre tíos que constan esos chistes y nosotros - Encoge los hombros - Reímos. Es un poco idiota, pero es así. No sé explicar.
- Tranquilo, Moscú.
- Entonces, ¿estamos bien?
- Estamos de puta madre - Sonriémos y hago mi desayuno.
Pego en mi desayuno, lo llevo para la mesa y saludo el grupo con Profesor y Berlín qué acaban de llegar.
- Tenemos clases en 40 minutos - Dijo Profesor, haciendo su tic con las gafas y todos asentimos.
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POV. Berlín
Después de las clases de la mañana, Helsinki y Moscú hicieron el almozo.
Ya terminé y me levanto. Me inclino hacia atrás en la parede con una copa de vino en mi mano y toco en el botón de mi blazer, entretenido.
- Lo jodido es si sale bien - Dijo Tokio, limando sus uñas. - ¿Qué coño vamos hacer con tanta pasta? Yo quiero una isla.
- Yo otra. Yo quiero una islita que tenga una casa enorme con un balcón es que me llevante de la cama y - Haz un gesto con los dedos y un sonido indicando el mar. - De cabeza en la agua.
Nos reímos.
- Apunta tres - Dijo Denver y ríe.
Tokyo haz una mala cara y dice.
- No, que es mucho.
- Un archipiélago - Dijo Nairobi y nos reímos.
- Yo voy a pillar un Maresati color azul cielo despejado. Y un garitazo con 3 pisos con unos autovoces qué te sales los oídos. ¡BU! ¡BU! - Su padre le bate sin fuerza en la cabeza. - Y para tí, unos pulmones.
- ¿Pulmones? - Pregunta Moscú.
- Sí, qué has hecho mierda en las minas.
- ¿Y dónde coño vas a sacar unos pulmones?
- Hay personas que venden riñones. Debe haber personas que venden pulmones, digo yo - Él encoge los hombros y nos reímos.
- Yo voy querer unas botegas de vino - Digo, me acercando del grupo.
- Pero tío, puedes ir a un supermercado y comprar la botella de vino que te salga de los huevos. ¿Porqué coño vas a querer una botega? - Pregunta Río.
- Por el arte, coño - Se ríen.
- Yo creo que... Algunos antes tienen de arreglar un asuntito o otro, ¿no? Bueno, pelo menos yo sí - Dice Nairobi, con un cigarrillo en su mano. - Y mira, logo con lo que sobré, compro un avión. Pa' conducirlo yo.
- Ya, pero puedes tener un piloto bien borrón.
- Pero no, no, no entiendes. Para bromear con la torre de control. Mira, dáme pista pa' la más artista.
Nos reímos alto. ¿Qué quería decir con problemas personales?
- Pues yo - Interrumpe Moscú, me tirando de mis pensamientos. - Me grabaría un disco de corridos. Con esta cara en la portada - Siéntase en una silla que de encuentra al revés. Nos muestra la cara y nos reímos.
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POV. Nairobi
- Mañana aprenderán a extraer una bala que podrán precisar. Nunca se sabe lo qué pasará - Dijo Profesor, haciendo su tic con las gafas y guarda unas cosas. - Pueden salir.
Quitamos el culo de la silla y vamos guardar nuestros cuadernos con apuntamientos en nuestras habitaciones.
Mi habitación está entre la de Berlín y la de Denver y Moscú.
Dejo el cuaderno y el bolígrafo sobre mí cama y me junto a los otros.
- ¡Nairobi! - Oigo Berlim me llamando y lo miro, esperando que hable, pero él de queda calladito.
- Cariño, toma una fotografía que dura más - Dijo él con una sonrisa burlona de lado. Me limitó a rodar los ojos.
- Toma una foto a esto, Cariño - Le ensiñálo el dedo del medio con una sonrisa.
Río se acerca de nosotros e ríe con mi dedo del medio.
- ¿Qué tal? - Pregunta el joven.
- Todo bien - Contesta Berlín. - Está con la regla - Añadía el mayor en un tono más bajo y hay Río reír.
Miro a Berlín molesta y rodo los ojos antes de irme, mientras ensiñálo el dedo del medio y recibo una risa del mayor.
Entro en mi habitación y organizo algunas cositas antes de ir buscar al grupo para hablamos. Sólo deseo que Berlín no actúe cómo un gilipollas... de nuevo. Vuelvo para allá y me acerco de Denver que está hablando con Río y Tokio a su lado.
- ¡Hola! ¿Qué tal? - Pregunta el de pelo rizado. - Perdona por lo de antes.
- No pasa nada y perdóname a mí también. Pero él es un poco hijo de puta.
Denver y Tokio se encuentran confusos.
- No fue nada, sólo algo con Berlín. Él actúa como uno hijo de la gran puta - Digo. - Puede ser elegante en su aspecto, pero por dentro es un hijo de puta.
- ¡Uuuuuuuhhhhhhhhhh! - Exclaman. - ¡Nairobi cree que Berlim es un tío elegante!
- Niñatos.... - Quejóme de su inmaturadad.
Se ríen y me junto a ellos.
- Me gusta esta tía - Dice Denver con una botella de cerveza erigida y nos reímos.
- Gracias, mi amor.
Hablamos hasta Moscú traer la comida. Empiezamos a comer y alabamos la comida.
- Está de la hostia, Moscú - Le digo.
- Verdad.
- Helsinki, ¿sabés cocinar? - Pregunta Berlín.
Él mira Berlín, sin entiender, y él apunta a la comida.
- Yo cocinar comida de mi pais. En la guierra, yo precisar cocinar mi proplia comida mucho.
- Un día, podrías cocinar para nosotros - Dice Tokio.
- ¡Sí! - Todos dicemos y él está de acuerdo.
Hablamos y convivimos hasta la noche. Quedé en el sofá hablando con Denver y Moscú hasta ir dormir.
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