Esa tarde mi padre había ido a verme, hecho que me molestó bastante. ¿Qué demonios quería ahora? Ya me habia arruinado la vida bastante.
Aunque no quería verlo sabía que no tenía otra opción, su sa presencia me recordaba que seguía siendo tan solo un prisionero de su maldito poder.
Fuí conducido hasta la sala de visitas donde permanecia como si fuese el mismo rey. Fruncí el ceño al entrar. Tras de mí se cerró la puerta y oí cómo echaban llave. Suspiré profundo.
Centré mi mirada en él para no tener que contemplar las rejas de las ventanas, o me agarraría la claustrofobia. El muy maldito sabía dónde atacarme.
Cuando me senté frente suyo él sonrió al tiempo que me preguntaba algo con su tipica voz de bajo y su acostumbrada arrogancia.
- Hijo ¿sabes por qué estás aquí? ¿Aislado del mundo? - me limité a mirarlo en silencio, no caería en su maldito juego - Mientras tú estás aquí, tus hermanos se divierten viajando algunos, estudiando de la forma en que ellos desean otros. En definitiva, están viviendo la vida que todo miembro de la familia debe vivir dandose todos los gustos....menos tú....
Aún no sabía a dónde quería llegar el muy maldito, por que no creía que había ido a verme solo para decirme eso. Pero su burlista sonrisa parecía decirme otra cosa.
Quizás si haya ido solo a restregarme por la cara el hecho de que todos en la familia estaban disfrutando de su libertad. Todos menos yo. Maldito.
- Bien podrías recuperar tus privilegios hijo, si tan solo te comportaras como un autentico Todoroki.
- Tengo mi propia perpectiva sobre las cosas padre. No acepto manipulaciones de nadie.
- Es una lástima hijo, tendrás que pasar las vacaciones y fin de semanas aquí también. No autorizaré que vayas a casa. Con esa actitud solo serías una molestia y alterarías la paz familiar.
Paz familiar. Si claro, como no. Y me lo creo y todo. En esa casa lo último que había era paz. En cuanto a lo de la familia....porque no unía la sangre no significaba que fuesemos una familia. Más bien era un nido de ratas eso.
Pero el tener que permanecer allí más tiempo me asfixiaba. Miré para otro lado sintiendome frustrado. ¿Por qué me hacía esto mi padre? Maldita sea. Aquel malestar fue persivido por él quien me dijo:
- Podría cederte tu tan deseada libertad si....
- No, mi respuesta es no.
- Como gustes - diciendo aquello se levanto y la puerta se abrió.
Mientras él salía al mundo exterior, a diafrutar de la libertad yo era conducido al interior del lugar donde escaseaba la luz del día aún.
Apreté los labios sintiendome muy frustrado por culpa del maldito de mi padre. No podía enfrentarme a él ni tomar mis propias decisiones siendo menor de edad.
Ganas de cristalizarlo todo no me faltaban en verdad, pero tenía que contenerme. Debía tener paciencia y aprender lo maximo posible estando allí dentro.
Pero llegó un punto en que me empezó a faltar el aire de verdad. Fue cuando Izuku apareció como sabiendo que lo estaba necesitando con desesperación.
Literalmente me arrojé a sus brazos y lo presioné contra mi cuerpo. Cuando sentí sus brazos envolverme y su aroma embriagar mis sentidos recién me relajé, y pude volver a respirar con normalidad.
No me importaba dónde estuviesemos porque lo necesitaba a él con desesperación. Solo con Deku podría volver a ser una persona normal luego del veneno que mi padre me lanzó.
Cuando estuvimos lejos de miradas indiscretas él me preguntó:
- ¿Qué sucede Shoto?
- Solo abrázame por favor Deku.
- Todoroki
- Shoto, dime Shoto....hoy no soporto oír ese apelliido....
Sin querer empezaba a temblar. Ésto me hacía ver lo débil que era maldita sea. Pero ¿qué podía hacer ante mi.padre? Nada aún.
Sentí cómo Deku me besaba el cuello, mientras me acariciaba la espalda. Yo sujeté su quijada con mi mano derecha ya que lo abrazaba con la izquierda.
Nuestras miradas se fusionaron, y yo inicié un beso que él respondió al instante. Abrazados cuerpo a cuerpo nos besamos con intemsa pasión. Aquello eliminió de mi cuerpo los temblores y el miedo..
-Te amo Izuku - susurré a lo que él dsvió la mirada. ¿Por qué motivo él se mostró angustiado? Acaicié su verde cabellera - ¿Qué pasa?
Como respuesta Izuku me besó pero fue un beso salvaje, pasional y hasta erótico. Lo empujé al cesped colocandome sobre de él.
Empezaba a resultarme normal tocarlo como si fuese lo más preciado. Lo amaba, estando tan vulnerable podía darme cuenta.
Lo fuí acariciando por su entrepierna y él gimió al tiempo que sentía cómo su miembro reaccionaba ante mi roce. Comenzaba a restregar sus piernas una contra la otra.
Sonreí complacido y las separé provocando en Izuku que contenga el aliento. Su respiración se entrecortaba a medida que sentía cómo bajaba el cierre de su pantalón para introducir mi mano derecha y empezar a acsriciar a su miembro que se endurecía.
-S-Shoto....no....
- Veo que me deseas....Deku....
- Con locura....te deseo tanto que....me duele....
Sonreí complacido, él me miró suplicante y yo lo besé con pasión.
-Deku - susurré en sus labios - Tranquilo, no te tomaré aún. - Dije aquello sin dejar de acariciar su miembro. - Pero no dejaré que te toque nadie más.
Mis palabras lograron el efecto deseado en él, me miró aliviado.
- Gracias....mi amor.....
Me dijo con voz entrecortada en un susurro. Inmediatamente retiré mi mano y levanté el cierre del pantalón prendiendoselo.
Podía ver la desesperación de Izuku por mí pero nada dijo. Nos incorporamos y fuimos al baño, donde nos lavamos la cara para discimular.
Esa tarde teniamos clase practica. Nos dirigimos al taller del profesor tomados de la mano. Por supuesto que nadie nos tuvo en cuenta para alivio nuestro. Cuando Bakugo y Kirishima nos vieron, abracé a Deku con fuerza con intinto protector.
La sonrisa burlista de Bakugo y Kirihima me molesto sobremanera, pero nada dije limitandome a abrazar a mi amado peñiverde.
-Tranquilo Deku, yo estoy contigo.
- Lo sé mi amor, lo sé.
Sin prestarles atención nos adentramos al salón.
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