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História Retorno ( Jimin x BTS) - Duelo


Escrita por: IngridAlighieri

Capítulo 44 - Duelo


Maratón ( 2/ 3) 






Odiaba esa hermosa sonrisa, la odiaba completamente, ya que ésta había sido la causante de todas las pesadillas que lo habian atormentaban durante todos estos años. 

Los demonios en su cabeza tenían el rostro de ése sujeto. 

Años, muchos años en los cuales lo había buscado, sin ayuda había iniciado una silenciosa cacería, pero esta no había arrojado frutos positivos.

El Demonio Pazzi, había desaparecido de la faz de la tierra,no había rastro alguno que pudiera ayudarlo, y eso había dejado en él la frustración de no poder dar venganza a la muerte de su mentor. 


Pero ahora estaba allí, frente a él. Con esa impecable sonrisa y esa aura que podía devastar completamente su espíritu, doblegarte sin piedad


-- te busqué, por mucho tiempo-- dijo Seokjin  caminando hasta ellos,mientras dejaba el florete sobre una de las mesas-- digamos que dediqué buena parte de mi vvida a buscar algún indicio que me diera tu paradero, pero nada-- sonrió-- incluso, llegué a pensar que en realidad eras un maldito demonio, y habías vuelto al infierno--


-- digamos que no te alejas para nada de la realidad-- se encogió de hombros Giuseppe-- la mayor parte de mi existencia la he pasado en el infierno. Por lo demás, Seokjin. No tenías oportunidad contra mí --


-- ¿ y ahora? --


-- es eso lo que quiero averiguar--


-- entonces, vienes a terminar el trabajo que iniciaste cuando le diste muerte a mi padre, Belmont -- siguió hablando Seokjin, en tanto se quitaba el yelmo que cubría su torso-- ¿ o me equivoco? --


-- mmm, quizás. Pero para ser sinceros, estimado amigo. He venido a un duelo, para tú venganza-- sonrió el rubio hombre quitándose su saco-- ¿ no es eso lo que has estado buscando? ¿No es eso lo que anhela tu corazón? --


-- por supuesto-- miró Seokjin al alto moreno que estaba a un par de metros de ellos -- tu eres Kim Namjoon ¿ cierto?, el hijo de puta que secuestró a mi hermano --


-- el mismo-- sonrió Namjoon-- no sabía que podían salir groserías de un niño bonito como tú--


-- trajiste a ésta basura como respaldo o qué-- volvió a mirar al rubio


-- es solo mi socio y mi acompañante--


-- como digas-- caminó hasta unos hermosos estantes de caoba, sacó la llave de su bolsillo metiendola en la cerradura de una de las puertas. 

La abrió con cuidado, sonrió al ver colgada la chaquetilla y la rejilla protectora que Monsieur Belmont usaba en las competencias, y que después de aquel fatídico duelo, él había guardado con solemne cuidado. 

Tomó la amplia caja de madera sacandola del estante se encaminó nuevamente hasta donde el otro estaba, dejando la caja sobre la mesa.  


-- Mi padre, Monsieur Belmont -- dijo Seokjin abriendo la caja la movió levemente mostrando unas relucientes espadas-- me contó que estos espadines han pasado de generación en generación en la familia. Que el Archiduque, un pariente suyo. Hace muchos años atrás se batió a duelo con un Conde húngaro, y salió victorioso. Mi padre jamás la usó para un duelo-- sonrió tomando una de ellas la extendió  a Giuseppe, que le devolvió una cordial sonrisa-- creo que lo correcto es que yo la use para darle muerte, Señor Pazzi ¿ no cree usted? --


-- por supuesto-- la sostuvo Giuseppe, mirando la hermosa empuñadura de ésta-- es realmente hermosa-- blandio el espadin -- y muy liviana, ¿ me permites? --


-- claro--


Giuseppe se encaminó hasta Namjoon que estaba unos metros alejado de ellos. 


-- ¿ serias tan amable de sostener esto? -- habló el rubio sacando de sus bolsillos sus pertenencias que extendió al otro


-- ¿ ese tipo es bueno? -- preguntó Namjoon mirando a Seokjin que se quitaba la chaquetilla con cuidado, dejando al descubierto el polo blanco que llevaba bajo éste 


-- probablemente-- le entregó el espadin, para recoger las mangas de su elegante camisa veneciana. Las cuales dejó hasta sus codos-- muchos años han pasado, además de la infinidad de cosas y experiencia que debe de haber adquirido. Probablemente sea mejor que Belmont --


-- si tuviste la oportunidad de matarlo hace años ¿ porque no lo hiciste? --


--No tenía nada en su contra-- se encogió de hombros, volviendo a tomar el arma-- mi equívoco objetivo era Belmont, y lo maté-- miró a Seokjin que lo esperaba en el centro del Gran Salón-- éste chico actuó por el amor y la irracionalidad. Solo lo heri, de gravedad, y por lo visto su entereza y venganza lograron salvarlo. Es admirable--


-- claro. Pero esta vez debes matarlo, tu mismo nos has dicho que desapareciste. Que Mister C no sabía de tí, que te ha dado por muerto. Si éste tipo sobrevive, nuestros planes se van a la mierda--


-- tengo eso claro. Pero cualquier cosa podría pasar--


-- ajá -- suspiró Namjoon-- desde ayer que no hablas con Jimin. ¿ que tal si mueres a manos de éste sujeto? ¿ sabes?, eso no pondrá muy feliz a...ese chico--


-- supongo que no-- sonrió Giuseppe haciéndole un guiño a Namjoon-- en el peor de los escenario, lleva mi cuerpo para que el pueda verme por última vez. Después Jimin será todo tuyo, confío que lo cuidarás bien querido sobrino. Ahora si me permites, la danza de muerte necesita comenzar--


Caminó alejándose calmadamente. 


Namjoon no podía entender la calma de ése tipo, que se hacía llamar su tío. En todo el viaje se mantuvo hablando del plan que habían armado con Jimin, incluso también le había dado unas lecciones de vinos, y como se producían éstos. 

Y ahora caminaba despreocupado hasta la muerte. ¿ acaso no le importaba su vida?. 


-- perdón la espera--


-- tranquilo-- habló Seokjin, peinando su cabello con su mano-- la ansiedad es mala consejera --


-- claro --


-- entonces-- volvió a decir Seokjin-- es más que evidente que éste duelo es a muerte. No es mi intención determe hasta verte muerto Pazzi--


-- o que tú mueras en mis manos--


-- eso no pasará-- miró a Namjoon-- ¡ espero! -- alzó un poco la voz-- ¡que te mantengas al margen de todo! ¡ sé un caballero y solo no metas tu nariz en ésto! --


-- como digas, niño bonito-- sonrió Namjoon


-- bueno-- estiró el brazo Seokjin levantando el espadin, mientras Giuseppe imitaba su acto juntando su arma a la del otro-- ¡ un! --


-- ¡due! --sonrió Giuseppe


-- tres! -- dijeron al unísono. 


El primer movimiento fue dado por Giuseppe, blandiendo el espadin lo dirigió hasta el hombro de Seokjin que lo esquivó sin ningún problema, contraatacando rápidamente llevó éste la punta de su espadin hasta el costado derecho del rubio que esquivó también el golpe sin dificultad. Movimientos suaves dedicados más al análisis del contrario, más que causar daño era lo que ambos contendores estaban realizando. 


-- veo -- dijo Giuseppe sintiendo la hoja del espadin de Seokjin hacer un corte en su cuello-- que has mejorado mucho con el pasar de los años--


-- gracias -- sonrió de lado Seokjin al ver la sangre brotar de  la herida del cuello del otro, no era una gran herida, pero acestar en el primer movimiento daba la confianza necesaria para seguir adelante. 


-- Me imagino-- dijo Giuseppe esquivando un segundo movimiento, mientras lanzaba otro sin resultados-- que...has de sentirte como el buen Gabriel -- sonrió moviendo los pies chocando su espadin con el de Seokjin que atacaba el cuello nuevamente-- con su espada de fuego...dispuesto a dar muerte al pérfido demonio que arranca almas inocentes --


-- eso quiero, darte muerte-- sonrió ampliamente Seokjin impulsandose hacia adelante apuntando al estómago del otro. 


-- no ha estado mal-- sonrió Giuseppe viendo como la sangre en el costado de su abdomen comenzaba a marchar su elegante camisa 


Namjoon sabía que no debía ser un genio para saber cómo terminaría aquello, el panorama no se veía para nada bien. Giuseppe era realmente ágil, pero al parecer la juventud del otro le estaba jugando realmente en contra. 


Depronto un corte en la pierna del rubio hombre lo hizo trastabillar apoyando la rodilla en el suelo. 


-- touché-- sonrió Giuseppe apoyando la punta del espadin en el suelo manteniendo su mano en la empuñadura


Mientras un agitado Seokjin estaba frente a el, con su hermoso rostro bañado en sudor, mientras una sonrisa de satisfacción se dibujaba complaciente. 


-- años, malditos años de pesadillas, de ira-- comenzó a hablar Seokjin-- de búsqueda sin frutos, esperando por éste momento. Me siento como el niño que ya no teme al monstruo bajo la cama. No sabes lo satisfactorio que es ésto, por mi padre Monsieur Belmont, por mí...-- levantó el espadin posando la punta de éste en la garganta de Giuseppe-- pero antes quiero saber el porque--


-- asuntos personales-- dijo con tranquilidad Giuseppe-- Seokjin, cometí un error con matar a tu padre, y créeme que es algo que estos años a pesado en mi conciencia, si he venido ahora, es porque tengo a alguien muy importante que no podía dejar solo-- miró a Namjoon-- pero ahora, puedo dejar éste mundo en tranquilidad, con mi espíritu a su lado...--


-- si piensas sensibilizarme con esa poesía barata, te equivocas-- habló con el semblante serio-- para mí, ésto es una sentencia. Una maldita sentencia de tu muerte, Pazzi...--


-- lo siento-- suspiró Giuseppe. Al menos en su corazón estaba la tranquilidad que su pequeño amor no quedaría solo. 


Namjoon tenía esos malditos sentimientos encontrados, ese tipo era su tío. Su sangre, aquel hombre que su madre tanto estimaba, y ahora estaba allí al filo de la muerte. 

Pero por otros lado, aquel sujeto le quitaba completamente el corazón del pequeño hombre al cual había adorado y el que se había metido en su piel, en ese corto período de tiempo, sin Giuseppe, Jimin lo necesitaría, estaría a su lado. Apretó levemente el celular de su tío, viendo como en el fondo de pantalla se veía a un sonriente Jimin, abrazado a Giuseppe. Una hermosa pareja con la puesta de sol de fondo. Ambos se veían realmente felices. 


¿ que debía hacer? 



-- Adiós, maldito Demonio--


-- Addio, amore mio ( Adiós, mi amor) -- susurró Giuseppe. Tal vez así, sus pensamientos irían hasta aquel chico que tanto amaba. 





















Depronto un fuerte estallido, rompió aquella solemne sentencia y ejecución de muerte. Produciendo un grotesco eco, liberando a Lucifer en su esplendor. 


Mientras Seokjin veía como su antes blanca camisa se manchaba completamente de carmesí, creando una hermosa rosa, producto de la bala que había penetrado su carne sin compasión. 










-- perdón-- se escuchó la maldita voz de Lucifer resonar por el lugar. Mientras Seokjin caía al suelo. En un mar de sangre, frustración y miseria. 













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