História Scars - 2. Two Scars

-Como te fue, todo bien? O algo que reportar – Jungsoo sirve un poco de té caliente en una taza pequeña, se la pasa a Donghae y se sienta en su sitio, acompañado de una igual.

“No he visto a Hyuk en un tiempo, está bien?”

Jungsoo sopla algo cansado, mira hacia el ventanal y da un sorbo a su bebida.

-Heechul lo atiende, no yo, así que no tengo noticias concretas. Aunque ayer anoche me comento que tienen avances, no estás feliz? – Donghae percata que su pregunta ha sido regresada, se hunde en la silla y hace un puchero donde su labio inferior sobresale. Comienza a escribir.

“Estoy feliz, solo que no me fio de ese hombre… sin ofender”

Jungsoo se ríe y deja la taza en el porta vasos situado sobre su escritorio. Es curioso como el psicólogo tiene todo perfectamente acomodado, porta vasos, tapetes en la puerta de entrada y persianas dobles en el ventanal. Como si fuera un obsesionado con el orden.

-No pareces muy feliz, deberías expresarlo, sonreír y reír… o hablar – Duda por unos segundos – Toquemos ese tema, te parece? Tu madre me ha dicho que te realizaron estudios y tus cuerdas bocales están en perfecto estado – Se cruza de piernas, sonriendo. Quizá las sonrisas que le dedica aligeran el ambiente y es por eso que Hae no puede sentirse presionado o intimidado. Coge su plumón y escribe sobre el papel.

“Lo expreso, cuando estoy feliz engullo lo que mi madre me ofrece, salgo al jardín, miro el césped o le acaricio la cabeza”

-No es suficiente, tengo entendido que solías ser muy expresivo, riéndote de todo y hablando hasta por los codos, dime… que sucedió? – Suspira, se inclina hacia delante deshaciendo el nudo de sus piernas y descansa el mentón sobre sus manos. Justo como un niño – Sera nuestro secreto – Hae recapacita la palabra.

Secreto, que palabra más hermosa.

--Flash Back—

Hace una sesión (Donghae no puede evitar no pensar en los días como días, sino como “sesiones”, contando así los días vividos y ocupados de su agenda mental), mientras esperaba a su madre y  pasaba los dedos por su teléfono celular señalando caratulas musicales, se dio cuenta que tenia canciones clásicas por doquier (cortesía de Jungsoo), con los auriculares puestos elije una canción. Desliza su cuerpo hasta sentarse en el suelo, al lado de la entrada.

-Hae! No te había visto en un tiempo – Lo saludan, debido al bajo volumen es capaz de oír a la perfección. Prácticamente se arranca los aparatos de los oídos y mira hacia arriba, Hyuk tiene ahora un tono rubio en su cabello, sus facciones parecen más marcadas y sus labios rojos (Ya no violetas). Se sienta a su lado y mira nerviosamente hacia el pasillo que da a varios consultorios.

Platica de sus compañeros, sobre uno se lastimo por intentar seguir la “moda” de usar una patineta, como una chica se le declaro y la rechazo con la escusa “quiero concentrarme en mis estudios”, ríe, ríe y ríe. Donghae ama como suena la risa (a veces boba) de Hyukjae. Es relajante y le hace pensar que siempre debió sonar así. Que es sencillo estar feliz.

Garabatea en su block y se lo pasa.

“Tu cabello… se ve bien, me gusta”

Hyuk se sonroja y cubre su rostro con ambas manos, toma el plumón e imita la acción, escribiendo justo debajo de lo plasmado por Donghae.

“Gracias, el color favorito de mi hermana es el dorado, así que imite el tono lo mejor que pude, en el sol se ve mejor”

Eso deja descolocado a Hae, piensa y escribe de nuevo.

“Genial, no sabía que tenias una hermana… me gustaría conocerla”

La sonrisa de Hyuk cae por un instante tan corto que el castaño no lo nota, la mueca se recupera con fuerza. Vuelve a escribir.

“No, imposible… puedo contarte un secreto, Donghae?”

No traza letra alguna en el papel, asiente mirándolo a los ojos. Hyukjae escribe en el papel ante la atenta mirada del menor. Donghae puede ver por la posición los labios y nariz de Hyuk, como se esfuerza empuñando el plumón, tratando que su letra sea suficientemente legible para que Donghae la entienda. Termina y coloca el block frente a su rostro, evitando que vea su expresión.

“Yo creo que tú tienes unos ojos muy bonitos, como de un cachorro… deja de usar esos lentes redondos, me impiden verlos bien, vale?... ahora, mi secreto es que …No solo tus ojos, todo tu eres bonito, pero es un secreto, no lo digas!”

Por primera vez en meses, las mejillas de Donghae se tiñen de rojo y su rostro se calienta. Aunque “bonito” fuera usado para niñas, le pareció bien. No sabe porque, pero cree que está bien, así que decide no usar mas esos lentes ni gorros.

Porque quiere seguir siendo “bonito” para Hyukjae.

--Fin Flash Back—

Jungsoo sigue pidiendo por algunas sesiones mas (sin presionar) que Donghae le escriba sobre por qué no habla, pero consigue dar vuelta a las preguntas y sacar información de su amigo.

Sabe que Hyuk tiene una hermana, eso se lo dijo él. Pero su psicólogo le ha dado datos interesantes, como que Hyukjae sonríe todo el tiempo, es amable con todos y busca ayudar en cualquier momento. Donghae no comprende entonces que hace en un psicólogo, si está bien.

Hyukjae es todo lo contrario a él, es… perfecto, piensa.

*

Si Donghae fuera un estado climático le gustaría ser un día nublado (sin lluvia, odia la lluvia), solo el fuerte viento sacudiendo los abrigos invernales y cielo gris acompañando a las personas.

Hoy su sesión no pudo cumplirse porque Jungsoo recibió una paciente, el castaño la vio en tan mal estado esperando en la sala de estar que le cedió su lugar. El psicólogo de cabellos cafés lo reprendió con la mirada, pero accedió, después de todo aun tendría que esperar a que Jungsoo le llevara a casa y seguro hablarían respecto a su acción.

Está en la banca, viendo fijamente la puerta blanca e imaginando que podría sucederle a aquella mujer que movía el pie nerviosamente y lagrimeaba a sentimiento suelto, sin una pizca de maquillaje (y que el sepa, las mujeres aman maquillarse)  que vestía ropa holgada acompañada de cabello revuelto.

-Donghae! – Grito alargando la última E de su nombre la familiar voz de Hyukjae, giro en dirección al melodioso sonido, pero no pudo ver más. La mano de Hyuk se prenso a su muñeca y tiro tan fuerte de ella que lo levanto y llevo consigo. Recorrieron puertas, Hyukjae abrió algunas (interrumpiendo sesiones y disculpándose apenado). Llegaron a una más pequeña (mucho más pequeña) que las anteriores, la abrió temeroso de que sucediera lo mismo, para su tranauilidad solo había productos de limpieza, escobas y fregonas. Frunció el seño “otro lugar, este está muy sucio…” murmuro.

-Lee Hyukjae! – Era la voz que Donghae reconoció como Heechul, el rubio entro en pánico y lo empujo dentro del diminuto cuarto para después meterse con él. Donghae se removió hasta que su espalda dio con la puerta, cerró los ojos e hizo muecas de desagrado por el polvo – Lo lamento, guarda silencio – Se coloco un dedo sobre los labios, pasaron unos segundos y Hyuk comenzó a carcajear – L-lo lamento! Jajajaja es que, es irónico, disculpa – Hae frunció el seño, sostuvo la manija de la puerta dispuesto a irse – No, por favor, lo lamento, quédate conmigo – Le susurro en el oído, abrazo por la cintura el cuerpo de Hae y la espalda se le calentó con los latidos agitados del pecho de Hyuk.

Donghae se quedo quieto, se giro poco a poco quedando frente a frente con el rubio, lo miro. Coloco un dedo sobre sus labios para hacerle entender que debía guardar silencio.

*

Después de dos horas de encierro (y muchas sonrisas de Hyuk), Donghae logra conocer algunas cosas sobre su amigo, como que tiene muchos compañeros, pero ningún amigo. Vive únicamente con su padre (que se asegura de dejarle una abundante mesada y  una tarjeta de debito llena hasta el tope), su hermana y un perro llamado Choco.

-No te cansas de venir aquí tan seguido? – Le pregunta, Hae escribe su respuesta tímidamente.

“No, usualmente no hago nada en casa y aquí… siquiera hablo contigo”

-No tienes amigos en la escuela?

“No voy a la escuela”

-En serio?! – Hyuk abre los ojos por la sorpresa y se levanta sacudiendo su parte trasera – Vamos a otro lugar, demos una vuelta – Le sonríe, Hae se pone de pie y lo mira. Escribe de nuevo.

“Tengo sesión con Jungsoo y va a llevarme de regreso a casa”

Hyuk se piensa algo y sonríe.

-Vamos a portarnos mal hoy, solo por hoy, si? – No logra negarse después de esas expresiones chispeantes reflejadas en sus orbes negras, asiente y con dedos temblorosos recoge su block del suelo, lo coloca bajo su brazo y su plumón termina en el bolsillo trasero de su pantalón.

Hyukjae abre la puerta y se asoma con cuidado, extiende (sin mirar a Donghae) su mano y el castaño la toma por reflejo.

Sosteniéndose el uno al otro caminan rápidamente por el pasillo, empujan la puerta y el aire frio de invierno les da de lleno en la cara.

-Qué bien se siente hacer esto! – Exclama Hyuk estirando los brazos al cielo azul desde el alto puente peatonal donde están montados – Dejaste de usar esos lentes, me gusta, como festejo por la huida exitosa… hoy será nuestra primera cita! – Sonríe a Donghae, este se sonroja pero asiente. Mientras caminan por las ajetreadas calles algo molesta a Donghae, una petición meramente egoísta.

Desea que Hyukjae no cumpla su palabra, y se porten “mal” solo por hoy, quiere más huidas como estas aunque el día siquiera haya terminado.